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Sabanas de Venezuela, potreros naturales ideales para la cría

Las sabanas venezolanas poseen condiciones privilegiadas, geográficas y climáticas para la producción y cría extensiva de rebaños para producir carne. No es casualidad que una gran proporción de la productividad cárnica del país proviene de los estados con grandes extensiones de llanos como Guárico, Apure, Maturín, Anzoátegui y Portuguesa.


El principal atributo que influye en la calidad del Llano para la cría es el pasto, resistente y abundante, esto garantiza la disminución de la mortalidad de animales gracias a su producción todo el año en todos los ciclos y etapas de engorde. Además, proporciona ventajas para la construcción de corrales naturales de bajo costo y creación de estrategias de alimentación a base de pastoreo.


Más pasto natural se resume en mayor calidad de la carne y alta tasa de fertilidad. La disminución del tiempo de los procesos de ceba y levante se ven influidos positivamente, generando así rentabilidad en el agronegocio.

A la riqueza del suelo se le suma otro recurso muy importante, el agua. Venezuela posee fuentes hidrográficas abundantes, grandes cuencas y extensas fuentes de agua dulce que garantizan la accesibilidad de este líquido fundamental. Además, las estaciones climáticas características del trópico también contribuyen a las condiciones positivas de cría.


Nuestro país posee recursos naturales que lo convierten en un potencial y extenso campo para que la ganadería se convierta en una pieza clave en su desarrollo económico. El fomento de las actividades agropecuarias y la implementación de modelos de agronegocios innovadores debe tomarse como una vía para la seguridad alimentaria y financiera venezolana.

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